La Manantera exaltó el Jueves Lardero

     El sábado 31 de enero de 2015, a las 21 horas y en el salón Mezquita de la Casa de Córdoba, la Asociación Manantera de Puente Genil en Madrid celebró uno de los actos más importantes de su devenir cuaresmero, El Pregón de Jueves Lardero. En esta ocasión tal honor recayó en Rafael Bedmar López, platillero del grupo de música del Imperio Romano, acompañado musicalmente por sus hijos: Rafael, Leonardo, José Luís y su nuera Eva María Arroyo Cuenca como pianista.

     Nuestro presidente Carlos Martín Luna nos dio la bienvenida y resaltó la importancia de este acto como preámbulo de nuestra gran cuaresma, agradeció a todos el respaldo al acto con la presencia, y a los pregoneros y a su familia por el esfuerzo de desplazarse desde nuestro pueblo hasta la capital del reino.

     Manuel Reina Gómez, capitán del Imperio Romano fue el presentador del pregonero, exaltó sus cualidades como persona, músico, cantor y poeta. Destacó que Rafael lleva más de cuarenta años ininterrumpidos en Los Romanos y actualmente es el Jefe del Grupo de música del Imperio. También forma parte de la Schola Cantorum, la Coral Santa Cecilia, así como ha sido pregonero de la Semana Santa de Puente Genil y de su Jueves Lardero.



     El escenario se presentaba repleto de motivos mananteros, dos trajes de romano uno de adulto, representando el presente, y otro de niño, que quería simbolizar el futuro de la Semana Santa, los músicos que le acompañaron y una pantalla que no dejó de proyectar durante el pregón imágenes de Puente Genil y su Semana Santa.Y Rafael nos llenó de Semana Santa, nos transportó a nuestro bendito pueblo durante más de una hora, donde los cánticos, himnos, saetas coreadas y marchas, ilustraron fielmente cada una de sus palabras. Sentado en dura peña, Jesús Nazareno Padre justo y bueno, Alondras y ruiseñores, la Matraca, la Diana, etc. Todo un mundo de sensaciones que a los presentes no les pasó inadvertido, pues participaron de forma activa cantando emotivamente cada una de las partes coreadas y aplaudiendo efusivamente en cada una de ellas, destaco en especial un momento en el que todos nos llenamos de emoción al acompañar al pregonero en la interpretación del Himno del Ausente.

     Ahora entiendo que las joyas preciadas quieran ser guardadas con celo, pues cuando se lucen y enseñan, brillan y hermosean a todos los que no la conocían, este es nuestro caso con nuestro hermano Rafael Bedmar López que resplandeció en Madrid y en la Manantera como las joyas más preciadas de nuestro pueblo.

     A continuación se le hizo entrega de la Metopa de bronce, símbolo de la campanita de nuestra Asociación, en agradecimiento por su magnífico Pregón y nos constituimos en Corporación y el Salón Mezquita en Cuartel de la Manantera. Tapas, uvitas, cánticos precuaresmales, las primeras cuarteleras y muchas ganas de pasar una gran noche.

     A continuación, nuestro jefe de protocolo Manolo Borrego nos invitó a llevar a cabo la obligación de todo Jueves Lardero en nuestras Corporaciones, vestir de sus patas a la vieja cuaresmera, tal encargo recayó en el pregonero, el cual invitó a sus hermanos de Corporación del Imperio Romano a realizar dicha acción, momento en el que sonó un pasodoble romano donde todos pudimos desfilar.

     Nuestro presidente como cierre del gran acto vivido, impuso el broche de plata con la Campanita de la Asociación a la esposa del Pregonero, Isabel, este momento fue de gran emotividad al destacar Rafael, que al lado de un gran manantero siempre va una gran mujer y nunca detrás.

     Gran noche madrileña de sensaciones y vivencias pontanas, que aunque Rafael se esforzó por explicarnos el sentido del Lardo, no pudo por más, que pasar por uno de los pregones de Semana Santa más explícitos, profundos, íntimos, musicales y mananteros pronunciados en Madrid desde hace mucho tiempo. 

     Felicidades Rafael y familia, los ausentes os quieren, gracias multiplicadas por todos los que vivimos fuera de nuestra tierra y que con lo que nos habéis dejado aquí, hacéis que la queramos todavía más.

Crónica: Carlos Mora Hervías