Un Medalla de Oro, sin medalla impuesta

En nuestra corporación, uno de los acontecimientos y días  más importantes es el de la imposición de la Medalla de Oro de la misma. Condecoración que se impone cuando se cumple 25 años de permanencia ininterrumpida.

Tenemos la gran suerte que hay muchos hermanos que ya han alcanzado este premio, y han llegado a esta etapa tan bonita. Esta pasada Semana Santa, le ha correspondido a nuestro hermano Antonio Manuel López Bermúdez, cariñosamente conocido como Mawel. Hermano que, este pasado Domingo de Ramos, le debió haber sido impuesta dicha Medalla de Oro.

Por el estado de alarma, a Mawel no se le pudo imponer el metal físicamente. Pero sí, dicho Domingo de Ramos, tuvo el honor de recibir el reconocimiento de toda la corporación por tal magna meta alcanzada. Mawel recibió el cariño de todos sus hermanos. Y no sólo por estos 25 años; sobre todo por todo los que nos regala: su alegría, su cariño, su amistad, sus momentos únicos y entrañables y por estar siempre presto y dispuesto a ayudar en lo que se le necesite tanto a nivel de corporación, como a nivel personal de cada hermano.

En la vida, en todos los aspectos, es mejor ver el vaso medio lleno que medio vacío. Y en esto, como no, también. Cuando llegue ese día en el que a nuestro hermano le impongamos esa medalla de oro, de forma física, podrá contar que recibió el cariño, la admiración y la hermandad de su corporación dos veces por tal reconocimiento. 

Sirvan estas lineas para un Medalla de Oro, sin medalla impuesta. Un hermano Medalla de Oro más para mayor orgullo de la Historia de Tobías. Pronto estará en tu solapa hermano. Pronto los abrazos en la mesa de tu cuartel sellarán con más fuerza, aún si cabe, ese compromiso que adquiriste con El Pez, hace ya 25 años.