La calle Santos se estrecha
abrazándose sus casas.
sus balcones cerrados sospechan
que se perderá la deseada cosecha
que de parabienes parece escasa.
Abrazo desesperado
entre paredes y puertas,
abrazo de sueño deseado
de corazones angustiados
por verlas de nuevo abiertas.
Es Cuaresma, deseada época.
Desde la pared la Vieja mira extrañada:
las mesas desnudas y vacías las sillas.
La luz apagada y el silencio que chilla
pidiendo llenarse de voz animada.
En la cocina se cuece la ausencia,
en las copas se sirven suspiros,
anhelos de mil brindis queridos
tras eternos meses de carencia.
Es Cuaresma, tiempo esperado.
en la que la ilusión se despereza,
y el amable pez con destreza
recorre su pecera de lado a lado.
Busca el ruido, los brillos, las Luces..
salta en el agua ágil, feliz y agitado.
Al rato se para triste, solo, cansado,
dándose con la realidad de bruces.
Esta entre sombras, abrumando,
esta esperando con febril prisa
que a la pecera quede asomado
cualquier cara de amplia sonrisa.
Que vuelvan los cánticos, los vivas,
las bromas, los saludos , las risas,
las emociones, las lágrimas furtivas,
los turnos, las procesiones, las prisas.
Como el pobre animal desesperado
estamos los hermanos del Pez.
con el manantero corazón angustiado
por volver a nuestro querido Cuartel.
VIVA EL PEZ.
JFGA Cuaresma 2021