Rafa cogió a la Cofradía más pronto de lo querido e imaginado. Tras la muerte de nuestro añorado y querido José Antonio Torres, tuvo que hacerse cargo de ella antes de lo previsto. A nivel general, el tiempo de Rafa al frente del Humilde ha sido un tiempo de prosperidad e histórico para los anales de nuestra cofradía.
Rafa ha encabezado proyectos que, hace años, parecían inalcanzables y utópicos. Los dos más importante, como no puede ser de otra forma, son el de la restauración del Camarín del Señor y la restauración del portentoso paso que procesiona el Miércoles Santo. Y no sólo una restauración que ha devuelto el esplendor al trono más importante de nuestra Semana Santa, sino que lo ha enriquecido (o lo está enriqueciendo) con unos bellos candelabros arbotantes que, este pasado Miércoles Santo, tendrían que haber visto la luz.
Pero Rafa, en la cofradía, no sólo se destaca por estos dos proyectos. Ha incrementado la caridad y acción social de la Cofradía. Rafa ha añadido, al abrigo del Señor, un nutrido grupo de jóvenes mananteros, los cuales serán el futuro de nuestra Cofradía. Rafa, en definitiva, entrega una Cofradía sólida, estable, sin grietas y preparada para seguir un camino prometedor bajo el amparo del Señor de la Humildad.
El trabajo de nuestro Cofrade Mayor no sólo ha sido en pro de nuestra Cofradía. Además, ha sido un hombre que ha continuado el trabajo que, a José Antonio Torres, le hubiera gustado. A la reforma del Camarín, Rafa, ha impregnado a la Iglesia de la Asunción de un esplendor que llevaba mucho tiempo sin tenerlo. Adecentándola, poco a poco. Abriéndola a los fieles. Dándole actvidad; y junto a la Cofradía de la Amargura y la Iglesia, se puede disfrutar de otro templo totalmente distinto al que teníamos no hace más de diez años. Dignificar la casa de Dios, ha sido uno de los mayores trabajos que quedarán en está próspera época.
Y a nivel de corporación, sólo nos queda palabras de agradecimiento. Rafa, como segundo grupo de luz, nos ha cobijado y cuidado. Siempre ha estado presente cuando le hemos requerido y siempre ha contado con La Historia de Tobías cuando ha hecho falta trabajar por la Cofradía. Cofrade Mayor en nuestro XXV Aniversario como grupo filial de la Cofradía y siempre presente en nuestros momentos importante como representante máximo de un puntal fundamental para nosotros: nuestra Cofradía.
Gracias, Rafa. Gracias por tu tiempo, tus desvelos y preocupaciones en pos de nuestra Cofradía y de tus hermanos. Gracias por dedicarnos más de ocho años de tu vida. Gracias por ser cabeza visible en la evolución que se ha experimentado en todo este tiempo. Gracias por cuidar nuestro patrimonio y entregarlo como el primer día de su estreno. Queda pendiente la despedida que te debemos. No pudo ser, porque todo se borró debido a la pandemia. Pero el eterno agradecimiento que hoy te decimos, lo haremos palpable cuando "todo esto" nos deje.
Gracias, Rafa. Extiende el agradecimiento a toda tu Junta Directiva. Que el Señor de la Humildad y Paciencia siga iluminando el camino de tu vida.