Noviembre, el mes del luto de María


     Llegando el mes de noviembre en Puente Genil, prácticamente la totalidad de las Cofradía y Hermandades de nuestro pueblo recuerdan a sus hermanos fallecidos, los que se fueron, con Misas de Réquiem o difuntos. Es uno de los meses, junto con los de Cuaresma, de más actividad en lo que a actos religiosos se refiere. También podemos ver numerosos Besamanos que se reparten por las semanas de este mes tan sentido para Puente Genil. Pero es la Virgen, María, la gran protagonista del penúltimo mes del año.
     A las ya mencionadas Misas de Difuntos y Besamanos, las cofradías y hermandades pontanas se se preparan para vestir a sus Dolorosas, sus Titulares marianas, de luto, otra forma más de honrar a sus muertos.

     Pero... ¿de dónde viene el vestir las dolorosas? ¿cuál es el origen de vestir a las Imágenes de luto? ¿tiene sentido el vestirlas de esta forma? ¿Qué diferentes formas de luto hay en Puente Genil?

Origen del vestir de las Dolorsas


     El origen y el nacimiento de las vestimentas marianas y la iconografía de la Dolorosa es español. Fue hacia 1560 cuando la tercera esposa de Felipe II, Isabel de Valois, hija de Reyes de Francia, llega a España trayendo consigo una pintura de la Virgen María al pie de la Cruz. Dicha Reina, encarga a Gaspar Becerra, que estaba al servicio de la corona española, la hechura de una Imagen que asemejara a la del cuadro. Eran los años en el que comenzaron a nacer las advocaciones de Dolores y Soledad en la imaginería. Al Tercer intento, Becerra, consiguió imitar al lienzo y la camarera mayor de la Reina, doña María Fernández de la Cueva y Álvarez de Toledo, al ver dicha Imagen en el taller del escultor dijo que "este Misterio de la Soledad de la Virgen parece cosa de viudas, y si pudiese vestir como viuda de la manera que yo ando me gustaría tener parte en esto y poder servir a Nuestra Señora con un vestido y tocas mías" (era Condesa viuda de Ureña). Y así nació en el año 1565, en Madrid, la vestimenta de las Dolorosas, el concepto de la Virgen de vestir. Gracias a la Condesa de Ureña que hizo dicha donación de su propio ajuar, el mismo que pudiera tener cualquier dama noble viuda de la época: camisa interior sobre la que se colocaban varias enaguas, la última de ellas amplia y cónica, armada con aros, que se llamó "verdugado". Luego, el vestido exterior, negro, con amplio vuelo, y para darle un toque monjil a todo el conjunto, una cofia blanca ajustada sobre la cabeza, largas tocas del mismo color que desde la cara cubrían el torso y caían sobre el vestido. Un rosario largo al cuello y el largo manto de luto, siempre de cola. Ésto último (el manto), deja más claro, si cabe, el nacimiento aristocrático de la vestimenta de la dolorosa, pues el manto largo es un atributo de la nobleza o monarquía y las viudas españolas lo portaban arrastrando en señal de luto, como así continúa, en la actualidad, simbólicamente en la dolorosa procesional.

Virgen de la Soledad - Convento de la Victoria, Madrid

Imagen originaria de Gaspar Becerra (1565)
Destruída en 1936

Evolución Barroquizante
Dolorosa de Oaxaca (Méjico)
     Ya con la venida del barroco, el gusto por lo recargado y la ornamentación, este estilo se va diluyendo y se va abandonando el estilo servita, pidaoso, íntimo y sobrio para asociar a María con todos los símbolos de la realeza. Las dolorosas empezaron a enjoyarse, bordados en sus vestimentas, orfebrería, etc. Lo único que sí se mantuvo fue fue el tocado sobrio y monjil de la vestimenta originaria.

    Ya con el Romanticismo, comienzan a sentarse las bases de la actual forma de vestir en nuestra Semana Santa. En esta época se vuelve a estilos medievales pero donde el barroco siempre estará presente (como en la actualidad). Comienzan a verse otro colores en las dolorosas que no sean manto negro y saya blanca. Todo ello comienza con la llegada de los Duques de Montpensier a Sevilla en 1848.

     Ya a comienzos del siglo XX, Juan Manuel Rodríguez Ojeda da otro paso más a lo que hoy conocemos como la vestimenta de las Dolorosas. Comienzan los colores, se visten las Vírgenes de hebreas en Cuaresma... Un punto de inflexión fue el manto camaronero para la Macarena y el palio de la Amargura, ambas de Sevilla, que hace que se empiece a reformar y renovar la Semana Santa y el estilo de entender la vestimenta de las Vírgenes.

La Macarena por Ojeda 


     En la segunda mitad del siglo pasado se profesionaliza la forma de vestir. La figura del vestidor evoluciona rotundamente, las tocados son mucho más artísticos, mejor dicho, verdaderas obras de arte. Los hermanos Garduño, José Asián... Como no puede ser de otra forma, Sevilla da la impronta a todo el territorio español a la hora de las tendencias de vestir a la dolorosa.

La Macarena y Garduño


     En la actualidad, se está intentando volver, en muchas ocasiones, el estilo de otros tiempos y recrear sabores antiguos.

Origen de vestir la Imagen de luto

     Esta pregunta ya está contestada con el anterior apartado. Pero sí dejar claro que el verdadero origen de vestir a las dolorosas, es el luto. Los ropajes negros y blancos. Ropas neutras y sin gran ostentación. Por lo que aquellas cofradías y hermandades que siguen con la tradición de vestir a su Titular de luto, no hacen otra cosa que volver a los orígenes castellanos de cómo comenzaron a vestir las dolorosas.

El sentido de vestir las Imágenes de luto


     El sentido del negro en las Vírgenes o dolorosas en el mes de noviembre tiene el sentido de luto cristiano. Es la expresión, por excelencia, del dolor en el cristianismo. La respuesta formalizada a la muerte de un ser querido. La utilización de la ropa negra sin adornos ni ostentaciones se remonta a la época romana.


     Hasta el Concilio Vaticano II, en los funerales católicos se utlizaba el negro. Desde entonces el morado, pero no está prohibido utilizar prendas negras.

Las Dolorosas de luto en Puente Genil

     En Puente Genil no diferimos mucho del resto del territorio andaluz y español a la hora de vestir nuestras Vírgenes de luto. Las gran mayoría de cofradías y hermandades aprovechan el mes de noviembre para vestir a sus Dolorosas de luto (negros, blancos y morados) y de esta forma recordar y honrar a sus hermanos fallecidos.


     La mayoría, salvo algunas excepciones, son mantos megros lisos de terciopelo, raso o adamascado, sin  más ornamentación que ribetes o flecos dorados o plateados. Sayas negras, moradas o blancas y con diademas o aros de estrellas en la cabeza de la Virgen. Suele huir de las coronas para así acercase más a la austeridad y sobriedad de la época.

     Los tocados suelen ser algo más sencillos de los de otras épocas y más pegados al rostro de la Virgen para acercarnos a esa sensación monjil y austera que antes mencionamos.

Virgen de la Victoria

Virgen de la Esperanza

Virgen de la Guía

    También tenemos ejemplos como el de la Virgen del Amor. Que aún cumpliendo la sencillez del tocado  y su austera vestimenta, el tocado es mucho más abierto de lo normal. Debido, en gran medida, a la forma y características de la Imagen. Mirada hacia arriba, cabeza curvada y pelo tallado a la vista. Esto hace que le favorezca este estilo de tocado y la haga aún más natural. 


Virgen del Amor
Virgen del Amor




















    
     Mención especial para estas dos dolorosas, que curiosamente, también son de las que mayor valor artístico atesoran en nuestra localidad. La primera de ellas es la Virgen de la Soledad. El luto por excelencia en nuestro pueblo. Una Dolorosa que siempre, durante todo el año va de luto, de negro. Por esta razón, en su luto se puede vislumbrar rasgos de reina. Bordados, corona imperial y tocados algo más laboriosos y artísticos para esta época. Pero siempre con la sobriedad que la advocación "Soledad" debe llevar.

Virgen de la Soledad
      Y la segunda con total seguridad es el sello y estilo más característico de Puente Genil. Que con los años ha ido adquiriendo solera y perfeccionando su "forma de ser". Se trata de la Virgen del Consuelo de la hermandad del Calvario. Sobriedad, duelo, luto, intimidad y piedad en su máxima expresión. Donde se puede ver con total claridad el origen del vestir de las Dolorosas. Como si no hubieran pasado más de cuatrocientos años en su forma de vestir. Con el sello clarísimo de una noble viuda del siglo XVI. El origen castellano del que hablábamos al comienzo. Simplemente con algunos destellos de realeza, de ser la Madre de Dios, como son las estrellas plateadas en el manto y los apliques, también plateados, en la estola que porta. De ahí que sea la Dolorosa que se desmarque de todas las demás de nuestra población. Por su forma de ser, de vestir y de presentarse ante los fieles. Recordando a la época de Felipe II y a la Córdoba cofradiera más añeja, a la de color sepia. 

      También cabe recordar que hay algunas hermandades y cofradías en nuestro pueblo que siguen sin seguir este tipo cambios de vestimenta. Claro ejemplo es la Cofradía de la Virgen de la Amargura que para este tiempo no viste de luto. Vistiendo, mayormente, de saya blanca y con mantos con el color corporativo de la cofradía, rojo o bien con el azul pavo o azulina, el color en los orígenes de la misma.

Virgen de la Amargura - Noviembre 2015
Bendito Besamanos


Bibliografía: La Virgen de Luto - La Alacena de las Ideas
Artículo: Redacción